Sunday 8 April 2012

Debatiendo la situación de la ciencia en México desde Sheffield

La ciencia y la tecnología juegan un papel determinante en el progreso de los pueblos y las naciones. Por lo tanto, es importante que las personas se encuentren bien informadas sobre la situación de estos temas en su localidad, región, estado, país e incluso a nivel mundial. Desde la independencia de México, se ha reconocido la importancia de la ciencia en la planeación del desarrollo nacional (1). Sin embargo, sabemos de sobra que poco se ha avanzado desde entonces y la falta de apoyo a la ciencia mexicana se ha agudizado en los últimos sexenios. Desde 1990 a la fecha, por ejemplo, el gasto federal en Ciencia y Tecnología nunca ha sido mayor al 0.5 % del PIB nacional. Más aún, durante el 2007 sólo un 0.37 % del PIB (http://datos.bancomundial.org) fue designado para este rubro y el porcentaje designado durante el actual sexenio ha oscilado en torno a esta cifra (La Jornada: 10/05/2009; 18/08/2011). Esto a pesar de que de acuerdo al Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012, la ciencia y la tecnología eran prioritarias (La Crónica: 16/11/2011).

Recientemente, la Asociación Mexicana de Directivos de Investigación Aplicada y el Desarrollo Tecnológico (Adiat) concluyó la Declaración de Monterrey, la cual establece que México requiere para el 2018 de por lo menos: 1) la generación de 5,000 nuevas plazas de investigadores, 2) registrar 5,000 patentes, y 3) la designación del 1% del PIB para ciencia y tecnología (El Economista: 23/03/2012).

Es por lo tanto necesario leer, revisar y discutir esta declaración, no sólo considerando la situación de la ciencia y la tecnología a nivel de nuestro país, sino también la utilidad y validez de estas propuestas en al ámbito internacional (La Crónica: 16/11/2011). Sería además altamente recomendable vincularla con los textos citados en esta última opinión (e.g., con el Programa Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación 2008-2012; Science, Technology and Innovation in the NewEconomy. Policy Brief. OECD Observer 2000; Casas y Dettmer 2003, Pág. 137). Asimismo, será necesario también proponer ideas y facilitar información sobre otros valores y usos de la ciencia más allá de su mercantilización. Primordialmente, información que nos permita definir una ciencia propia y competente, y no simplemente emular lo que se ha venido desarrollando en los países denominados como científica y tecnológicamente avanzados.

Nota 1: Posteriormente se podrán contrastar estos documentos y las opiniones personales vertidas sobre los mismos con la de los candidatos a la presidencia de la república para este 2012.

Nota 2: Si alguien tiene más información al respecto, favor de añadirla para su análisis y discusión.

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